Dylan es expatriado y se ha trasladado a Holanda a petición de su empresa en Estados Unidos. Un sábado por la tarde fue invitado a casa de un colega para una fiesta de cumpleaños. Dylan aún no conoce a la mayoría de ellos. Se presenta a todos con una mano firme. «Hola, soy Dylan. ¿Cómo estás?», dijo Dylan y se dirigió a la siguiente persona. Había practicado bien la pronunciación. Pero no en dar tres besos.
Otro punto de vista
Dylan recibió una copa de la anfitriona Marijke y miró a su alrededor. Entran más invitados y ve que algunos se besan en la mejilla, pero otros sólo se dan la mano. Es su primera visita a casa de alguien y no está seguro de cómo van las cosas. Dos horas más tarde, Dylan vuelve a casa y se despide de su colega de cumpleaños y de su mujer, Marijke. Esta última se pone despreocupadamente delante de él y le da tres besos. Dylan se sorprende. Una mujer desconocida repartiendo tres besos fuera del azul….. Hans vuelve a mostrarse más rígido, limitándose a darle la mano. El abrazo que Dylan quiere darle lo omite.
Las circunstancias
En Holanda se utilizan distintas formas de saludar y no hay normas claras sobre cuándo utilizar cada una. Incluso para los holandeses, tres besos o un apretón de manos resulta a veces confuso. Depende de lo bien que conozcas a alguien.
En Estados Unidos, la gente distingue claramente entre los negocios y las circunstancias privadas. Los negocios siempre implican un firme apretón de manos y una pregunta amistosa sobre cómo van las cosas. En realidad, no está pensada para una respuesta prolongada. En privado, pronto es habitual un abrazo breve y fugaz. Pero un beso es para la familia cercana y los seres queridos.
¿Dónde está la conexión?
Ese beso causa confusión a muchos visitantes y recién llegados. Es difícil determinar cuándo conoces a alguien lo bastante bien como para besarle. Esa evaluación es mejor dejársela al holandés, así que espera y verás.
Todo es un poco confuso, y Marijke podría haber preguntado a Dylan, por ejemplo, si podía despedirse «en holandés». Pero con un breve abrazo americano, probablemente habría encontrado un buen término medio.
La conciencia y el respeto mutuo de estas diferencias ayudan a Dylan y Marijke a acercarse el uno al otro y a conocerse mejor.
Explicación
Holanda tiene una cultura femenina en la que la gente se asegura de que todos participen por igual. En esta historia, significa saludar a todos en la fiesta y, a menudo, despedirse de todos (o de la mayoría). Después de la pandemia de la Corona, decir adiós desde lejos también está bien (y es fácil). Los holandeses son muy individualistas e igualitarios: se dirige a todo el mundo de la misma manera informal. No se hace distinción por profesión, estatus o cargo.
En Holanda, preferimos seguir nuestro propio camino. Hoy en día, el abrazo, sobre todo después de la corona, es habitual cuando los holandeses se conocen un poco mejor. Pero las generaciones mayores parecen volver a los tres besos. Para los negocios, es un poco más fácil. Una mano firme, mirar a alguien y un breve saludo. Preguntar cómo van las cosas sólo se hace cuando hay tiempo para responder adecuadamente a esa pregunta.
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Es importante saberlo:
Esta anécdota se basa en historias compartidas con nosotros. Connect2Us se esfuerza por poner de relieve el dilema desde ambos lados y no por etiquetar a las personas o sugerir que una u otra deberían comportarse de forma diferente. En nuestro trabajo transcultural diario vemos que basta con que los implicados sean conscientes para avanzar hacia el otro sin pretender que son muy diferentes. Connect2Us pretende ayudar a los lectores a reconocer y evitar los prejuicios. Lee sobre prejuicios, discriminación y racismo aquí.