Hanan fue invitada a una reunión interna del centro de solicitantes de asilo, junto con el personal y algunos otros refugiados. No esperaba que la invitaran, y se enteró de que la habían dado porque es mujer y tiene experiencia como encargada de restaurante en Siria. Hanan escucha atentamente lo que se dice. El jefe del equipo, Hans Visser, abre la reunión y dice que primero hablarán de la gestión del correo y los correos electrónicos entrantes. «¿Cómo podemos responderlos más rápidamente?»
Para sorpresa de Hanan, uno tras otro empiezan a hablar y la discusión se prolonga durante mucho tiempo. A veces los oradores se interrumpen mutuamente. En un momento dado, el jefe del equipo pide la opinión de Hanan. Como no quiere ofender a nadie, intenta cuidadosamente decir lo que piensa, aunque no cree que sea en absoluto importante compartirlo de esta manera. Uno de los miembros del equipo dice que lo que ella sugiere no es posible, y de nuevo se produce un debate en el grupo. Hanan se avergüenza de su idea y se siente confusa por el giro de los acontecimientos. «Qué reunión más caótica, ¿por qué el jefe de equipo no dice simplemente cómo lo quiere?».
Hans agradece la presencia de Hanan. Quiere una buena representación de todos los solicitantes de asilo en la mesa. Ninguna de las mujeres se había presentado, así que entonces preguntamos a Hanan. Piensa que está un poco callada, pero, por supuesto, también es la primera vez. Después hablará con ella por separado para saber qué le ha parecido. Hans está contento con el fructífero debate, todo el mundo contribuye y tenemos muchas ideas sobre la mesa que podemos llevar adelante.
La conexión
La experiencia de Hanan es muy típica. Muchos recién llegados reconocen su sorpresa. Las reuniones parecen un caos. Todo el mundo puede y a menudo quiere dar su opinión. Todo el mundo puede mearse encima. Un proverbio que sí se aplica aquí. Para la mayoría de los holandeses, es importante poder opinar antes de tomar una decisión conjunta. Y también que se escuche a todas las partes interesadas. Puede haber discusiones encarnizadas con argumentos y contraargumentos.
La persona que dirigía la reunión dejó que sucediera e incluso alentó la discusión. También quería la opinión de Hanan. Que, por cierto, fue rechazada inmediatamente por un miembro del personal. Muy directo.
La sociedad igualitaria de los Países Bajos marca aquí la diferencia, pero también lo hace el individualismo. El líder del equipo ayuda a iniciar el debate, pero no decide solo. Todo el mundo participa y quiere hacerlo: individualista.
Y todo ello se ve reforzado por la búsqueda del consenso. La motivación no es tu propio éxito, sino las soluciones conjuntas. Preferiblemente sin ganadores ni perdedores.
En esta historia confluyen muchas cosas. Muestra lo compleja que es la comunicación intercultural y que todos los dilemas sociales entran en juego todo el tiempo. Porque no hemos hablado de evitar esa incertidumbre. Lo que puede resultar incómodo para Hanan no es sólo la conversación con los líderes y el hecho de hablar entre ellos, sino también la falta de estructura de la reunión.
La próxima vez, Hanan podría intentar ser más comunicativa. Quizá pueda repetir de nuevo su punto de vista, o dar otro argumento o razón por la que lo que dice es importante. También puede mostrar cuándo está de acuerdo o en desacuerdo con algo, asintiendo o moviendo la cabeza, por ejemplo.
Y el jefe de equipo Hans puede prestar más atención a que Hanan adquiera su poder, estando atento a su lenguaje corporal y creándole espacio. No tiene que decirlo explícitamente, pero puede tenerlo en cuenta mediante técnicas de conversación. La reacción inmediata del compañero tiene un gran impacto en Hanan. Hans no quiere que la próxima vez se aleje porque se sienta avergonzada. Ahí es donde él puede intervenir y mostrar cierto liderazgo dando a Hanan la oportunidad de explicarse mejor.
En resumen
Para Hans:
- Acepta que Hanan y otros solicitantes de asilo proceden en su mayoría de una sociedad jerárquica y nosotros.
- El hecho de que todo el mundo dé su opinión y a veces hable indistintamente puede resultar confuso.
- Sé consciente del impacto que tu forma de comunicarte tiene en tu audición. Aunque no digas nada.
- Detrás de las sonrisas y el silencio hay muchas emociones. Estate atento al lenguaje corporal.
Para Hanan:
- Acepta que Holanda tiene una sociedad igualitaria y yo.
- Todo el mundo puede opinar y el jefe no toma su propia decisión.
- Lo que se dice es más importante que cómo se dice.
- Aprovecha la idea de que el jefe de equipo y los demás también son accesibles y puedes expresar tus propias opiniones.
Es importante saberlo:
Esta anécdota se basa en historias compartidas con nosotros. Connect2Us se esfuerza por poner de relieve el dilema desde ambos lados y no por etiquetar a las personas o sugerir que una u otra deberían comportarse de forma diferente. En nuestro trabajo transcultural diario vemos que basta con que los implicados sean conscientes para avanzar hacia el otro sin pretender que son muy diferentes. Connect2Us pretende ayudar a los lectores a reconocer y evitar los prejuicios. Lee sobre prejuicios, discriminación y racismo aquí.